Los expatriados enriquecen el equipo

Alessandro Anastasio, de Italia, trabaja desde finales de mayo como director de adquisiciones de los servicios de transporte marítimo del noreste de Asia en a. hartrodt China Holdings, en Hong Kong. Además de él, hay muchos otros "expatriados" a los que la empresa familiar ha enviado al extranjero: de Alemania, Italia, España, Canadá o Panamá, entre otros. "Los clientes aprecian nuestro perfil internacional, y normalmente actuamos de forma proactiva", dice Alessandro Anastasio. La española Amaya Teniente, directora general de a. hartrodt Argentina, lo confirma: "Los expatriados son de mente abierta, flexibles y resistentes". Ella misma adquirió toda su experiencia en transporte de mercancías en el extranjero.

Asumir más responsabilidades en el extranjero

Amaya Teniente comenzó en a. hartrodt hace once años en Shanghái en el departamento de ventas, se trasladó a Hong Kong como directora comercial antes de asumir la responsabilidad de director general en Buenos Aires en marzo de 2020. No se trata de un caso individual: La italiana Lorena Figaro comenzó en Génova como asistente de ventas, hizo rápidamente su carrera y en 2016 asumió la dirección de la oficina de Milán. Desde 2018 está en a. hartrodt España en Barcelona, desde junio de 2019 como directora general: "Si me hubiera quedado en Génova, seguramente estaría haciendo un gran trabajo, pero con unas bases y herramientas de trabajo completamente diferentes".

Atender más fácilmente a los clientes internacionales

Para la red mundial de a. hartrodt, Alessandro Anastasio considera que los expatriados son extremadamente importantes: "Al proceder de países y culturas diferentes, tenemos la posibilidad de adaptarnos mejor a personas o situaciones diferentes", opina. Los expatriados están decididos a aprovechar al máximo su experiencia internacional, y la empresa también se beneficia de ello, cree. Además, dice, es más fácil para los expertos del extranjero atender a los clientes internacionales que utilizan Hong Kong como puerta de entrada a China/Asia, por ejemplo. Vivir fuera de casa ayuda a los expatriados a "estar más centrados en los objetivos del trabajo, y eso lo aprecian los clientes".

Amaya Teniente considera que las experiencias comunes de los países donde ha vivido y con los que el cliente hace negocios son beneficiosas para la relación. En España, Lorena Fígaro recibe a menudo preguntas de clientes y proveedores sobre Italia: "Siempre es interesante conocer cómo se gestionan las cosas en otros países".