"En todo el mundo, estamos instalando estaciones de carga electrónica para la movilidad eléctrica de nuestros empleados", informa Felix Wenzel, socio gerente de a. hartrodt. Se trata de un paso más en el camino hacia una economía sostenible, que el transportista de las pequeñas y medianas empresas lleva años persiguiendo de manera consecuente y decidida. Wenzel cita a Australia como ejemplo: "En 2019 instalamos en Sydney una planta fotovoltaica con 228 paneles solares en el techo de nuestro almacén. Desde entonces, nuestra sucursal se ha alimentado en gran medida con energía solar."
Dispensadores de agua potable y botellas metálicas
"En las organizaciones tenemos que encontrar soluciones locales", subraya Wenzel. En todo el mundo, anima a todos los gerentes de a. hartrodt a que "se ocupen de ello." Por ejemplo, en Italia, la República Checa, Polonia, Rumanía y los Estados Unidos se han adquirido sistemas de filtración o de suministro de agua potable en las oficinas. Mientras que en Italia los empleados recibieron botellas metálicas, en Estados Unidos se anima a los empleados a utilizar sus propios recipientes para beber.
Ahorrar papel y electricidad en la oficina
"Estamos poniendo procesos completamente sin papel", comenta Wenzel. Después de trabajar durante años en Australia y Asia, en Europa comenta: "Nunca había visto tanto papel como aquí. " Pero la cosa va más allá: En la República Checa y Rumanía, el número de impresoras se ha reducido en dos tercios. Además de las partículas finas en la oficina, también reduce el consumo de energía. Este se ha reducido en los Estados Unidos desde que se desconectaron los sistemas de aire acondicionado por la noche y los fines de semana. En Nueva York, Chicago y Los Ángeles almacena a. hartrodt documentos en gran medida sólo electrónicamente en la plataforma de la cadena de suministro CargoWise One.
Para a. hartrodt, la protección del clima es más que una declaración de boquilla. La empresa familiar planta más de 8.000 árboles cada año a través de un patrocinio de árboles y se ha comprometido en Hamburgo como socio medioambiental con el cuidado manejo de los recursos naturales. También en el otro extremo del mundo, a. hartrodt logró mejorar su balance de CO2: En Sudáfrica, los generadores diesel han sido sustituidos por convertidores alimentados por baterías.