Brexit - la incertidumbre permanece

El 31 de enero de 2020, Gran Bretaña dejará la Unión Europea; poco cambiará en la fase de transición hasta finales de año. Andreas Russ, Director General de UK/Irlanda en a. hartrodt en Londres, espera entonces un acuerdo de libre comercio. „Sin embargo, esto todavía conduciría a costos adicionales considerables y subestimados", advierte. Como ejemplos menciona los controles aduaneros, las declaraciones de aduana o los documentos aduaneros/autorizaciones preferenciales. Sin embargo, según Russ, a. hartrodt está tomando precauciones para asegurar que “no habrá o sólo habrá retrasos mínimos en el despacho de aduanas".

Fortalecimiento de los empleados para el despacho de aduanas

En las oficinas del aeropuerto de Heathrow en Londres y en Liverpool, a. hartrodt ha contratado personal adicional. Lo mismo se aplica a la ubicación de Dublín, porque la República de Irlanda está fuertemente integrada en la economía británica. „Proporcionamos formación aduanera interna y externa para los nuevos colegas o para aquellos que actualmente trabajan en otros lugares", informa Russ. El objetivo era “poder hacer frente a un posible aumento de las solicitudes de despacho de aduana". Es bueno saberlo: Los 30 empleados de a. hartrodt UK/Irlanda darían un trato preferencial a los clientes existentes en caso de que aumentara la demanda de declaraciones de aduana.

Mejorar la conexión de datos a los puertos

Actualmente, a. hartrodt está invirtiendo más en conexiones de datos directas con los puertos (placas de puerto) en Gran Bretaña. „Esto nos permite manejar los procesos aduaneros completamente en casa, incluso en los puertos más pequeños", dice Russ. Esto se debe a que es probable que el volumen de los trámites aduaneros aumente de manera explosiva como resultado de la retirada de la UE. „Incluso con un acuerdo de libre comercio, los datos tendrían que ser enviados a la aduana en el futuro", señala el gerente. Entonces a. hartrodt puede controlar toda la cadena de suministro sin necesidad de sobrecargar a los agentes de aduanas. En el caso de una brexita dura, se añaden los problemas de infraestructura. Según Russ, la mayoría de los operadores británicos de puertos, terminales y trenes, así como los transportistas de camiones, “ya están operando al límite de su capacidad".

A pesar de las aguas difíciles, Russ es optimista sobre el futuro: gracias a una mayoría estable del partido gobernante en Gran Bretaña, la economía ha podido dar un suspiro de alivio. Espera que “haya movimiento en varios proyectos y reformas fiscales y de infraestructura".